jueves, 11 de febrero de 2016

Salas: castillo, camino y monasterio.

Salas, puerta de Occidente

Que un lugar tan discreto y poco conocido se atribuya el nombre de Puerta de Occidente puede parecer como poco pretencioso, teniendo en cuenta que Salas, a vista de pájaro, está más cerca del fin de la tierra (Finisterre) que del principio de nada. Pero todo es cuestión de perspectiva y cuando se habla de Salas, puerta de Occidente nos referimos, como no, al Occidente asturiano, que para nuestros intereses no hay más importante ni relevante. Veamos porqué.

Entre dos Asturias

Como todas las puertas, y esto ya lo sabían los romanos con su dios de dos caras Jano, Salas es principio y fin  de dos lugares que se dan la mano en ella: las Asturias de Oviedo y las Asturias de Tineo. Hay que recordar una vez más que esta distinción, lejos de ser baladí, hace referencia a una realidad mucho más antigua de lo que se pueda pensar, pues los limites entre ambas Asturias las marcaron ya las tribus astures, estando los Lugones en la zona centro (Asturias de Oviedo) y los Pesicos en el Occidente (Asturias de Tineo).
Salas se encuentra justo en la confluencia de ambas, atravesada de parte a parte por el Camino Primitivo a Santiago y bañada al sur por el río Narcea que la separa de Belmonte de Miranda, siguiendo el curso río abajo se llega a la confluencia de éste con el Nalón, río arriba se adentra en la montaña asturiana, en este sentido también se sitúa Salas entre la Asturias del mar y la de la montaña.

Microcosmos

Además de ese Camino Primitivo que la atraviesa, en la historia medieval de Salas se dan cita casi todos los elementos que definen el periodo. Tenemos un monasterio de renombre e importancia, Cornellana; tenemos castillo, el de la propia Salas; tenemos puebla medieval, que nació alrededor del castillo; y tenemos familia noble del lugar, los Lamuño. Por supuesto son demasiados grupos de poder en un espacio tan pequeño, Salas se vio sacudida de lleno por los conflictos sociales típicos de la edad media; señores contra monasterios, poblas contra señores, monasterios contra poblas... y entre tantos dimes y diretes los peregrinos iban y venían por el camino después de haber visitado el Salvador en la Sancta Ovetensis.

Historia

Desde antiguo los humanos poblaron el paisaje de Salas. Y se quedaron, bajo tierra, en los túmulos de las Traviesas, en Terra Riba, en las Campa de San Juan, en Penausén... Luego vinieron los castros y más tarde aún los romanos, que plagaron el paisaje de minas de oro, canales y estanques, siendo el más famoso de estos el Pozu Ful.lerico, en otra entrada se dirá porqué.

Ahora bien, la Salas como tal empieza a formarse en los oscuros años de la Edad Media. A finales del reino de Asturias y principios del de León, se dan noticias de diversas donaciones que los nobles y príncipes locales hacen a la mitra ovetense. Llegamos así a 1024, año fundacional del monasterio de Cornellana, que cien años después sería cedido a los abades de Cluny.

Exactamente cien años después, en 1124, ya se habla del castillo y la torre de Salas. No se sabe mucho de él, muy posiblemente fuera una estructura muy primitiva, de madera total o parcialmente, pero contaba con foso y puente levadizo. Muy seguramente alrededor de este primitivo castillo empezara a desarrollarse lo que sería la villa Salas. Y cierta importancia debió de alcanzar en poco tiempo, pues en 1138 Alfonso VII, Imperator Totius Hispaniae, otorga las aldeas de Salas, Lamuño y los cotos de San Salvador y Linares a Fernando de Lamuño, formando el señorío de Salas y dando origen a la que a partir de entonces sería la familia dominante del lugar; los Lamuño. Tanto es así que mantendrían el título de Señores de Salas hasta el s. XIX
El castillo de Salas.
El castillo de Salas según Juan Pablo Moratiel.

Tuvieron que esperar los de Salas ciento cincuenta años más para tener su fuero y librarse de los señores. Lo consiguieron, como no, en época de Alfonso X, ese fundador de ciudades, que otorgó en 1277 la carta puebla al lugar organizándose por fin la villa y el concejo. Su nombre en origen era Salas de Nonaya, refiriéndose al río que atraviesa la villa y como muchas otras polas asturianas, Salas carecería de muralla.

Pero una vez fundada la pola empezaron los problemas con el otro gran poder del lugar. El monasterio de Cornellana. No hay muchos datos de estos conflictos, pero llama la atención que desde el mismo 1277 Salas ya este presente en las Hermandades de Concejos que comienzan a florecer para mejor defensa de los intereses comunes. Está primera Hermandad, que incluía a  Avilés, Pravia, Grado, Somiedo, Valdés, Tineo, Cangas del Narcea y Allande, se proclama en el alto de La Espina, puerto de montaña situado dentro del propio concejo. El pacto se repetiría en 1316, durante la minoría de edad de Alfonso XI, época turbulenta donde las haya en la que la única garantía de orden era la propia fuerza.

La villa perdió sus derechos con la llegada de los Trastámara, y paso en 1373 a ser parte del señorío de Alfonso Enriquez, ese hijo bastardo de Enrique de Trastámara que tantos quebraderos de cabeza daría a sus parientes. Pero por fortuna para nuestra villa protagonista, este comportamiento tan díscolo por parte de su señor hizo que se restituyeran sus fueros en 1382, tan solo nueve años después de haberle sudo arrebatados.

Ya ha finales de la edad media, en pleno reinado de los Reyes Católicos, Salas y otros cuatro concejos limítrofes (Grado, Pravia, Valdés y Miranda) se hermanan de nuevo y pasan a integrar un solo asiento en la Junta General del Principado.

Y si parece que los Lamuño, el monasterio y la puebla de Salas fueran ya suficientes focos de poder en un espacio tan pequeño, todavía falta hablar del otro linaje de la zona; los Doriga, que asentaban sus reales en la localidad homónima, y se refugiaban también en una poderosa torre, a apenas unas leguas de Cornellana. Pero los Doriga se llevaban bastante bien con la villa de Salas, tanto es así que en 1378 Garci Fernández de la Doriga represento a Salas es la Junta General que se reunía para poner enfrentarse a Alfonso Enriquez. Los de la Doriga prosperaron tanto que entre los siglos XV y XVI adosaron un palacio a su vieja torre, suplantaron a los Lamuño como familia más significada de la zona y siguieron representando a Salas en la Junta del Principado.

La última familia que nombraré serán los Salas, otra distinguida familia que andado el tiempo emparento con los Valdés y tuvo como su más insigne hijo a Fernando de Valdés de Salas, el gran Inquisidor. Los Valdés-Salas se hicieron con el señorío de la fortaleza de la villa, que aún a día de hoy lleva su nombre.

Por último reseñar que como el concejo se encuentra atravesado por el camino de Santiago son tres los hospitales que socorren a los peregrinos en su caminar por el concejo, uno en el monasterio, otro en la villa y el último en La Espina, aunque este último dependía de la Mitra de Santiago.

Ideas de aventuras


  • Un grupo de Pjs se dirigen a Salas durante su día de mercado. A la altura de Cornellana un grupo de hombres armados hasta los dientes y comandados por un monje les exigen un tributo para poder seguir. ¿Aceptan los Pjs a pagar el tributo o se resisten armas en mano?
  • Los Pjs están peregrinando a Santiago y esperan alcanzar el hospital de peregrinos de La Espina antes del anochecer. Sin embargo cuando por fin llegan al refugio descubren que está completamente abandonado, con platos sobre las mesas, fuegos todavía encendidos, y vasos a medio beber. ¿Que ha ocurrido con todos los que allí estaban?
  • Tras las guerras contra Alfonso Enriquez los Pjs disfrutan de un merecido descanso en la pola de Salas. Pero una noticia inquietante viene a turbarles, un antiguo vasallo de don Alfonso al que creían muerto se dirige de vuelta a la puebla, hay quién dice que para vengarse de los Pjs por pasadas ofensas. Nadie en Salas parece apoyar a los Pjs, están solos ante el peligro.

Post Scriptum

Por supuesto el castillo de Salas, con su palacio del s.XVI y su colegiata son lo que más destaca a primera vista de la villa. Pese a todo he decidido no hablar de ellos, castillo a parte, porque se escapaban del arco temporal de Aquelarre y no quería alargar demasiado el post. Baste decir que en la colegiata está enterrado el Inquisidor General Fernando de Valdés-Salas, fundador de la universidad de Oviedo, azote de herejes e incrédulo de Brujas. 
En el pequeño espacio que ocupa el concejo de Salas se localizan dos torres en buen estado de conservación (la de Valdés-Salas y la de la Doriga), un monasterio a punto de cumplir mil años, varios hospitales de peregrinos e iglesias que se remontan al reino de Asturias. Solo por eso ya merecía la pena el post.
Pero los que seáis habituales de este blog os habréis dado cuenta de que no está incluida en el post la habitual sección de mitos y leyendas. Esto no se debe a que en Salas no haya nada que contar al respecto. Al contrario, es tanta y tan abundante la fauna mitológica y legendaria en el concejo que se merece un post aparte, que espero tener listo en breve y en el que incluiré el mapa del concejo con todos sus puntos de interés. No os lo perdáis. 

Bibliografia


  • www.ayto-salas.es/historia
  • www.castillosdelolvido.com
  • es.wikipedia.org/wiki/Salas#Edad_Media